jueves, junio 12, 2008

Comentarios al Nocturno op.48, nº1 de Chopin

Este intensísimo nocturno está estructurado en tres partes bien diferenciadas para las cuales voy a sugerir algunos comentarios que en mi opinión ayudan a clarificar y a apreciar aun más, si cabe, su escucha.

Primera parte - Nada mas comenzar, se presenta una melodía sumida en la soledad y la tristeza que parece encerrar algo hermoso que se interroga sobre sí mismo. La interrogación queda marcada desde el principio por las primeras notas sol y lab.



Segunda parte - Un hermoso episodio en tono mayor viene a calmar la atmosfera.


Pero entonces surge un motivo en semicorcheas que agita esta atmosfera y que prepara, sin poder preverse, el siguiente episodio.


Poco a poco este grupo de semicorcheas se va a haciendo con todo el discurso musical de esta segunda parte, literalmente barriendo la melodía que había instaurado la calma. Es como si se pensara "no nos olvidemos que el tema principal del nocturno era el anterior y debe salir".

Última parte - Repentinamente y con un fondo vibrante en semicorcheas emerge el tema principal  nervioso pero esta vez como sí el episodio anterior lo hubiera trastocado. En una segunda repetición ocurre que todo el vacío que había en ese tema se transforma en dolor agitado, pasaje que es realmente conmovedor porque representa en realidad la liberación de la opresión sugerida en el primer tema.

Esto me recuerda a las grandes obras de Mozart en la que se manifiesta la secuencia motivo ansioso->motivo hermoso y acariciador->dolor liberador producido por la combinación de los dos anteriores->superación. Por ejemplo en la musica fúnebre masónica (K477) o en el primer movimiento del concierto para piano K466.

Recomiendo escuchar estas obras, como siempre, afinando la atención y dejándose emocionar.

sábado, enero 05, 2008

Sinfonia concertante para violin y viola 364

Con su maravilloso creszendo ensortijado en 2:42 tenemos esta monumental obra tan plagada de sorpresas y melodías mozartianas, efectos rítmicos e imitaciones sin parar entre la violin y la viola de la sinfonia concertante K364.



Un segundo movimiento sumido en una densa tristeza, se podría decir que en algunos momentos se torna una "dulce" tristeza y que en su desarrollo vira hacia la depresión no sin cierta rabia contenida.


El ultimo movimiento es nervioso, vivaracho y sumamente divertido, con esas codas que estallan entusiastas y los juegos impresionantes de las violas y segundos violines en rápidas semicorcheas (1:19, 2:15).